sábado, 16 de julio de 2011

(...)...El análisis constante de nuestras sensaciones crea un nuevo modo de sentir...(...)

De:  Libro del desasosiego, Fernando Pessoa.


135.


Las cosas mas simples, lo que se dice simples, que nada puede convertir en semisimples, me las vuelve mas complejas el hecho de vivirlas. Dar a alguna de ellas los buenos días por momentos me intimida.Se me seca la voz como si hubiese una audacia extraña en pronunciar esas palabras en voz alta. Es una especie de pudor de existir--- ¡no le encuentro otro nombre!


El análisis constante de nuestras sensaciones crea un nuevo modo de sentir, que parecerá artificial a quien lo analice únicamente con la inteligencia y no con la propia sensación.


Toda la vida fui metafísicamente fútil, un serio que jugaba.Por mas que me lo propuse, nunca hice nada en serio. Se divirtió en mi y conmigo un destino malin.


¡Tener emociones de algodón, o de seda o de brocato!¡Tener emociones que puedan describirse así!¡Tener emociones descriptibles!


Sube por mi en el alma un arrepentimiento que es de Dios por todo, una pasión sorda de lágrimas por la condena de los sueños en la carne de los que los soñaron... Y odio sin odio a todos los poetas que escribieron versos, a todos los idealistas que dieron forma a su ideal, a todos los que lograron lo que se proponían.


Me paseo indefinidamente por las calles tranquilas, ando hasta que el cuerpo se cansa tanto como el alma y me duele hasta aquel extremo del dolor conocido que brinda  un goce a quien lo siente, una compasión maternal por sí mismo, que es musical o indefinible.


¡Dormir!¡Adormecer!¡Serenarse!¡Ser una conciencia abstracta de estar respirando apaciblemente, sin mundo, sin astros, sin alma ----mar muerto de emociones que reflejan una ausencia de estrella!





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